Desmintiendo a la gran industria farmacéutica (Big Pharma)

Summary: La Ley de Reducción de la Inflación no ahoga la innovación, sino que la incentiva. La negociación de Medicare se centra en los medicamentos antiguos que carecen de competencia, lo que anima a las empresas farmacéuticas a dirigir sus recursos hacia la verdadera innovación en lugar de imitaciones de productos antiguos diseñados para impedir que la competencia genérica llegue al mercado. Además, la ley mantiene los incentivos a la innovación que ya existen al permitir a los fabricantes de medicamentos recuperar sus costos de investigación y desarrollo fijando sus precios de lanzamiento, manteniendo el periodo de exclusividad concedido por la FDA y eximiendo a todos los medicamentos de los precios negociados durante un periodo de 9 a 13 años. Según los expertos presupuestarios no partidistas de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés), esta ley reduciría el número de nuevos medicamentos en los próximos 30 años en solo 15 de los 1300 nuevos medicamentos previstos, es decir, menos del 2 %. La Ley de Reducción de la Inflación nivela el terreno de juego, mejora la asequibilidad para los estadounidenses y ajusta nuestros precios a lo que pagan otros países, incentivando al mismo tiempo la innovación que necesitamos.

Perspectiva del paciente: Rose, la hija de Don Kreis, padece un tipo de fibrosis quística para el que no funcionan los medicamentos más avanzados. Rose sigue esperando su medicamento milagroso, pero Don teme que, cuando salga al mercado, las grandes farmacéuticas lo pongan fuera de su alcance. “Cuando salga un nuevo medicamento al mercado, ¿podrá siquiera plantearse comprarlo? Nadie se preocupa más por la innovación que nosotros, pero estos medicamentos no sirven de nada si Rose no puede pagarlos”, escribe.

Resumen: Los elevados precios de los medicamentos de marca bloquean el acceso de los pacientes a estos. Demasiados pacientes de todo el país tienen dificultades para pagar sus medicamentos. Una encuesta de 2021 encontró que casi el 40 % de los pacientes no tomaban sus medicamentos según lo prescrito debido a los altos costos, y el 20 % de los pacientes se endeudaron para pagar sus medicamentos. Se estima que más de 5 millones de beneficiarios de Medicare tuvieron problemas para pagar sus medicamentos en 2019, con las tasas más altas entre los adultos mayores negros y latinos. Si las tendencias actuales continúan, 1,1 millones de beneficiarios podrían morir esta década por no poder pagar los medicamentos que necesitan.

La Ley de Reducción de la Inflación aumentará el acceso a los medicamentos recetados al reducir los precios de los medicamentos y los gastos de bolsillo para millones de estadounidenses. Se calcula que el tope de 2000 dólares en gastos de bolsillo que entrará en vigor en 2025 ayudará a más de un millón de afiliados cada año y a muchos millones a largo plazo, haciendo que los medicamentos recetados sean más asequibles y accesibles. Se espera que el tope de 35 dólares para el copago de insulina que entrará en vigor en 2023 ayude a 2,7 millones de beneficiarios de Medicare a costearse la insulina que necesitan para sobrevivir. Y gracias a la negociación de Medicare y a las disposiciones de reembolso por inflación, los pacientes pagarán sus gastos compartidos basándose en precios más bajos sin el riesgo de aumentos de precios escandalosos cada año. Unos costos de medicamentos más asequibles y coherentes conducirán a un mayor acceso, no a un menor.

Perspectivas de los pacientes: Katherine Pepper, una paciente de Washington que vive con una enfermedad autoinmune, toma Humira, un medicamento que tiene un precio mensual de 6409 dólares. Mientras el Congreso estudiaba la Ley de Reducción de la Inflación, Katherine escribió: “Como persona mayor que vive con unos ingresos fijos, he tenido que elegir entre surtir mi receta de Humira o comprar alimentos. Es una decisión que nadie debería tener que tomar”.

Therese Humphrey Ball, una paciente de Indiana que vive con esclerosis múltiple, habló sobre un momento en que no podía acceder a su medicamento en absoluto debido a su precio. “En 2017, me vi obligada a dejar Copaxone por completo porque simplemente no podía pagar su costo mensual de 6000 dólares”, escribe. “Sin la medicación que necesitaba, comencé a tener dificultades con mi función cognitiva. Me esfuerzo mucho para mantener mi vida en orden y mi memoria intacta incluso con EM, así que esto fue devastador. Perdí algo muy valioso para mí”, añade.

Vanessa Ladson, una paciente de Delaware que padece lupus y fibromialgia, escribió: “Tengo ingresos fijos y tengo que escatimar y ahorrar solo para poder comer. No puedo permitirme todos mis medicamentos, incluido el anticoagulante Eliquis, cuyo precio es de 500 dólares al mes. En su lugar, tomo un medicamento más barato que me da un mayor riesgo de hemorragia”.

Resumen: La Ley de Reducción de la Inflación en realidad ahorra a Medicare casi 300 mil millones de dólares y mejora los beneficios de Medicare. Equiparar recortar costos a recortar beneficios es una tradición de décadas practicada por los grupos de presión de la industria que luchan contra los esfuerzos políticos para hacer frente a los altos precios en el sector sanitario. Esta mentira, perpetuada por la industria farmacéutica, ha sido desmentida en varias ocasiones (KHN/Politifact y Washington Post y Politifact). En realidad, la Ley de Reducción de la Inflación recorta el gasto de Medicare al reducir los precios que el programa y los beneficiarios de Medicare pagan por los medicamentos. Esto ahorra dinero a los contribuyentes y a los pacientes.

Verificación de datos: KHN/Politifact verificó la información de un anuncio de American Commitment que afirmaba que las reformas a los precios de los medicamentos restarían miles de millones en fondos a Medicare. Descubrieron que el anuncio era falso, explicando que el plan de precios de medicamentos de Medicare supone un ahorro, no el desvío de fondos del programa Medicare.

Resumen: La industria farmacéutica ha intentado crear una falsa dicotomía afirmando que los pacientes solo quieren que se reduzcan sus gastos directos. Si reducimos los gastos de bolsillo sin abordar los precios subyacentes, los pacientes se verán obligados a pagar los precios abusivos de las farmacéuticas de otras maneras, como el aumento de las primas, los impuestos y menos dinero en sus nóminas. La Ley de Reducción de la Inflación reduce los precios de lista y los gastos de desembolso directo. La negociación de Medicare reduce directamente los precios de lista, y las deducciones inflacionarias impedirán que las compañías farmacéuticas aumenten los precios de los medicamentos con más rapidez que la tasa de inflación, que aumenta los precios de lista y la participación en los gastos. Dado que los beneficiarios de Medicare pagan sus medicamentos en función de los precios de lista, estas reformas reducirán directamente la participación de los pacientes en los gastos al disminuir los precios de lista. Asimismo, contrario a las afirmaciones de las farmacéuticas, la Ley de Reducción de la Inflación implementa protecciones monumentales para los gastos de bolsillo de los pacientes, limitando los gastos de bolsillo a 2000 dólares al año y limitando los copagos de insulina a 35 dólares cada mes para los beneficiarios de la Parte D de Medicare. La Ley de Reducción de la Inflación equilibra eficazmente la necesidad de reducir los precios de lista y los gastos de bolsillo.

Resumen: El 80 % de los estadounidenses, incluyendo mayorías de republicanos, demócratas e independientes por igual, apoyan las disposiciones sobre precios de los medicamentos de la Ley de Reducción de la Inflación. Las reformas de los precios de los medicamentos se encuentran entre las políticas más populares incluidas en la ley. Casi el 90 % de los votantes dijeron que el precio de los medicamentos es un tema importante de cara a las elecciones de mitad de mandato de noviembre, y 3 de cada 4 dijeron que un fracaso del Congreso en la reducción de los precios de los medicamentos afectaría a su voto. Diversos grupos de todo el país apoyan las disposiciones sobre el precio de los medicamentos, incluido más del 85 % de los propietarios de pequeñas empresas que apoyan la negociación de Medicare y los límites de desembolso, y el 91 % de los votantes latinos que apoyan la negociación de Medicare. En agosto, días antes de que el Senado aprobara la Ley de Reducción de la Inflación, más de 75 grupos que representaban a pacientes, consumidores, adultos mayores, sindicatos, pequeñas empresas, empleadores, médicos, enfermeras y organizaciones de defensa de enfermedades y derechos humanos firmaron una carta instando al Congreso a aprobar las reformas a los precios de los medicamentos. El único lugar donde las reformas de los precios de los medicamentos son partidistas es en el Congreso. Para todos los demás, la realidad es clara: los estadounidenses que luchan contra los altos precios de los medicamentos quieren que el gobierno esté de su lado para ofrecerles medicamentos recetados más asequibles.

Perspectiva del paciente: “No nos equivoquemos, esta legislación es trascendental». Altera la trayectoria de la política y los precios de los medicamentos en Estados Unidos. Por fin empieza a acabar con el poder de las multinacionales farmacéuticas para dictar los precios de los medicamentos de marca al pueblo estadounidense. Supone un cambio hacia la reforma del sistema para que funcione para las personas a las que se supone que debe servir, en lugar de para las personas que se benefician de él”, afirma David Mitchell, paciente con un cáncer en la sangre incurable cuyos medicamentos tienen un precio de lista de más de 900 mil dólares al año y fundador de Patients For Affordable Drugs Now.

Resumen: Se calcula que la Ley de Reducción de la Inflación proporcionará ahorros a 2,7 millones de beneficiarios de Medicare que toman insulina gracias al tope de 35 dólares en el copago de insulina. Se espera que estos beneficiarios ahorren una media de 1200 dólares al año. Además, muchos pacientes diabéticos padecen otras enfermedades que requieren medicamentos caros. Gracias al tope de desembolso de 2000 dólares, los pacientes de la Parte D de Medicare ahorrarán miles de dólares y tendrán más previsibilidad en sus gastos. Los fabricantes de insulina son conocidos por aumentar los precios del medicamento. La Ley de Reducción de la Inflación frenará las subidas de precios penalizando a las empresas cuando aumenten los precios por encima de la tasa de inflación. Seguiremos luchando por reformas que reduzcan los precios de los medicamentos para todos los estadounidenses que toman insulina y otros medicamentos caros.

Perspectiva del paciente: Bob Parant, defensor de los pacientes con diabetes tipo 1 de New York, agradece las reformas de la insulina: “Las reformas aprobadas en la Ley de Reducción de la Inflación supondrán una gran diferencia en mi vida. El nuevo límite de 2000 dólares para los gastos de desembolso directo de mis recetas y el límite de 35 dólares para el copago de insulina significan que gastaré mucho menos al año en medicamentos. Con unos costos de medicamentos más bajos, podré visitar más a mis nietos y no preocuparme tanto por mis fondos de jubilación”.